TEORÍA DEL VAQUERO SEDIENTO
EN ESTE PUEBLO NO HAY SITIO PARA LOS DOS, FORASTERO… – He viajado en tres ocasiones a Estados Unidos. Dos veces a Nueva York y la tercera hice un tour por la costa oeste desde San Diego hasta Las Vegas, cruzando Death Valley…
En las tres ocasiones me llamó la atención una costumbre que importaría sin dudar en España y es que, entres en el bar o restaurante que entres, nada más sentarte, vayas solo o seáis 15, te ponen una jarra de agua fresca y vasos para todos.
Comentándolo con mi chica, me dijo que tiene una teoría al respecto (y ya van dos veces que me da la solución): “EL ORIGEN DE LA COSTUMBRE DE OFRECER AGUA A LOS FORASTEROS ES QUE ERA EL SIGNO DE HOSPITALIDAD MAYOR QUE SE PODÍA OFRECER”.
Y es que antes no era como ahora, que hay más bares por metro cuadrado que euros va a deber España a Europa cuando se realice el rescate…
Imagina el lejano oeste, con el calor, el polvo del camino (estoy hablando de arena), el caballo con las alforjas en las que no cabe mucha bebida porque tienes que llevar la escopeta, el sombrero de repuesto, la bolsa de piel con el dinero, las municiones, el chaleco y la capa para el frío nocturno, el cacillo para el café de la mañana, las chasca para hacer el fuego durante la noche…
Vamos que cuando encuentras una cantina, o un Saloon como se llamaban antes, tienes tanta sed que lo único que quieres es un vaso de agua para aclararte la garganta y limpiarte el polvo (sigo hablando de arena), ya habrá tiempo para el whisky…
Así que los camareros del lejano Oeste, que eran muy avispados, les servían un vaso de agua según llegaban como el mayor signo de hospitalidad hacia el viajero, y esa costumbre se ha mantenido en el tiempo, cosa que se agradece cuando llegas de patearte una ciudad estadounidense y te sientas en un comercio del ramo…
A ver si en España, en lugar del cartel de “LOS SERVICIOS SON SÓLO PARA CLIENTES“, adoptan esta bonita costumbre…